El desarrollo de nuevos dispositivos y aplicaciones ayudan a los usuarios a conocer el gasto que hacen en tiempo real al abrir el grifo y a reducir el consumo en las viviendas, así lo publicaba recientemente El País.
Las lluvias caídas en las últimas semanas por toda España han calmado un poco la sed de un país amenazado por la sequía. Pero no serán suficientes mientras el grifo siga abierto en las viviendas. El consumo medio de agua en los hogares españoles es de unos 132 litros por persona y día, según la encuesta sobre el suministro y saneamiento del agua del INE. Hay que tener en cuenta que el gasto se duplica en una vivienda con jardín, indican en la Fundación Ecología y Desarrollo (Ecodes). Sin embargo, un uso eficiente estaría entre 50 y 100 litros por persona y día para garantizar que se cubren las necesidades más básicas, según la ONU.
Aunque en los últimos años han calado ciertos hábitos de consumo básicos, como ducharse en lugar de bañarse o usar el lavavajillas en lugar de fregar, queda mucho por hacer. Y no solo en España. Según la ONU, se prevé que en 2030 casi la mitad de la población mundial vivirá en áreas de estrés hídrico.
Las nuevas tecnologías son las que más están haciendo por poner freno al derroche. Cada año, novedosos dispositivos y aplicaciones están recalando en el mercado para ayudar a ahorrar millones de litros en las viviendas.
Algunos de los inventos llevan sello español. AquaReturn es un dispositivo que desde su creación en 2013 por el alicantino Alfonso Cuervo-Arango ha conseguido reducir el consumo en más de 590 millones de litros y ha evitado la emisión de 5,4 millones de kilos de C02. Se trata de un aparato de pequeño tamaño que impide la salida de agua hasta que alcance una temperatura de al menos 35 grados, evitando el desperdicio y reduciendo el gasto de gas o electricidad de la cadera o termo. “Cuando abrimos el grifo del lavabo el equipo analiza la temperatura del agua que va a entregar al usuario y, si es inferior a los 35 grados, es desviada a través de una electroválvula hacia una bomba que la inyecta donde realmente debería estar, a la tubería del agua fría, para que la vuelva a llevar a la caldera, formando un circuito cerrado”, señala Cuervo-Arango.
Cuando ha alcanzado la temperatura adecuada, el aparato emite un aviso acústico para indicar que ya se puede abrir cualquier grifo del agua caliente sin que se desperdicie agua fría o templada. El ahorro conseguido es de 28 litros al día, 10.000 litros por persona al año.
El equipo, testado por el Instituto de Ciencias de la Construcción Eduardo Torroja, perteneciente al CSIC, supone un ahorro económico de unos 80 euros al año en una vivienda con cuatro miembros. Además, como no se desperdicia agua templada, hay que añadir otros 70 euros de ahorro en energía cada año. Se coloca bajo el lavabo en unos minutos y sin obras. Su coste es de 347 euros y se amortiza en dos años y cuatro meses.
Ya lo ven, las nuevas tecnologías están a la orden del día. En el mercado existen infinidad de herramientas que se suman a las más tradicionales y ya familiares para los usuarios, como los sistemas de doble descarga o de interrupción en inodoros, la grifería termostática o los perlizadores o aireadores. Eso sí, antes de apostar por cualquiera de ellas conviene comprobar que no existen fugas porque en ese caso, se gastan 200.000 litros de agua al año, y ningún dispositivo, por muy eficiente que sea, podrá evitar el despilfarro, según indica Ecodes.